sábado, 6 de noviembre de 2010

Canciller cobró doble

BUEN GOBIERNO VUELVE A PUBLICAR LA DENUNCIA QUE HIZO EN OCTUBRE DE 2007:

Tenía un sueldo de la Cancillería y otro de la Comunidad Andina de Naciones. Pero cuando la Cancillería se dio cuenta, José García Belaunde no quiso devolver los 84 mil soles que recibió ilegalmente de Torre Tagle. Una norma con nombre propio lo exoneró del pago, pero habría incurrido en delito de peculado.

A finales del gobierno de Toledo hubo quienes buscaron congraciarse con los siguientes inquilinos del poder a toda costa, aún incurriendo en favores que rayaron en lo ilícito. La siguiente historia es la crónica de cómo el ex vicecanciller Harold Forsyth llegó a ese extremo, a través de una norma con nombre propio, y cómo un Embajador, hoy nada menos que Canciller de la República, aceptó el favor.

Licencia con goce

Desde diciembre de 1996 el Embajador José García Belaunde contaba con una licencia de la Cancillería para trabajar como Director Secretario de la Junta del Acuerdo de Cartagena.

Aunque el documento emitido no mencionaba si la licencia era “con goce de haber” o sin él, desde diciembre de 1996 hasta julio del 2004, García Belaúnde recibió puntualmente sus pagos como diplomático en actividad de la Cancillería. Paralelamente, recibía su sueldo de la Junta, hoy conocida como Comunidad Andina de Naciones (CAN).

Los pagos de la Cancillería fueron inicialmente de 968 soles mensuales, hasta 1998, y de 1,123 soles a partir de 1999; con montos mayores en julio y diciembre de cada año. Aquí se puede ver el detalle de los pagos:

http://www.scribd.com/document_collections/2708590

En el 2004, indagaciones administrativas de Torre Tagle revelaron que varios funcionarios estaban cobrando por partida doble, pues cumpliendo labores remuneradas en organismos internacionales, también recibían su sueldo de la Cancillería. Se trataba de más de 20 diplomáticos. Revisando cada caso, se estableció que había quienes cobraban por error su sueldo como diplomáticos. Tal era el caso de García Belaúnde.

Consultada sobre el tema, la Oficina de Asuntos Legales de la Cancillería opinó que el pago de haberes no correspondía, sobre todo si la Ley 28091, Ley del Servicio Diplomático, y su reglamento, lo prohíben expresamente. En el informe legal del 23 de julio de 2004, firmado por la Embajadora Nita Gamio, jefa de Asuntos Legales, ésta señalaba su preocupación porque estos diplomáticos continuaban en la planilla de Torre Tagle.

Informes en contra

Dos semanas después se suspendieron los pagos. Desde entonces la Cancillería efectuaba consultas estudiando el tema de los pagos indebidos. La opinión de la Oficina de Asuntos Legales fue meridiana: todo el dinero debía ser devuelto, con intereses sumados. Incluso se consultó la opinión a un experto en derecho administrativo, Pedro Patrón Bedoya, quien fue exactamente del mismo parecer: el dinero percibido indebidamente debía ser devuelto.

A fines del 2005, las cartas pidiendo la devolución fueron enviadas a los diplomáticos. Nicolás Roncagiolo, Secretario de Administración de la Cancillería, firmó la carta para el Embajador García Belaúnde, requiriendo la devolución de las remuneraciones recibidas en seis años. Todas sumaban 84,784 soles:


http://www.scribd.com/document_collections/2708575


José García Belaunde se negó a pagar la suma.

Vicecanciller al rescate

Se sabe que la mayoría de los diplomáticos que recibieron idéntico requerimiento cumplieron con devolver a Torre Tagle el dinero que cobraron. Mientras tanto el calendario electoral avanzaba.

En junio de 2006 ya se sabía que el APRA volvería a gobernar, y el próximo presidente, iniciando una ronda de contactos por la región, dejó en claro que su asesor en política exterior era José García Belaunde. Fue el primero en ser confirmado por Alan García, su amigo, como miembro del próximo gabinete, se le nombraría Canciller el 28 de julio.

Antes de ese día, en virtud a una norma que no fue publicada en el diario oficial, la deuda que tenía el Embajador José García Belaunde con la Cancillería fue condonada.

¿Quién firmó esa norma, que contravenía los informes de la Oficina de Asuntos Legales de la Cancillería? Harold Forsyth, entonces vicecanciller de la República, firmó la norma con evidente nombre propio.

Forsyth buscaba, también evidentemente, obtener el favor del próximo Canciller. Para ello no dudó en saltarse los informes legales negativos elaborados por la Oficina de Asuntos Legales de la Cancillería.

Pocos días después, García Belaunde asumió la cartera de Relaciones Exteriores, la institución para la que días antes del 28 de julio de 2006 era un deudor.

El firmante de la ilegal resolución que lo exoneró del pago quedó a la espera de ser llamado a desempeñarse como embajador en alguna sede diplomática.

Pero hay responsabilidades legales: ambos habrían incurrido en delito de peculado. Forsyth, por firmar la norma. Y José García Belaunde por acatarla, en claro desafío a las leyes.

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